miércoles, 27 de abril de 2011

La nutrición en niños preescolares



En la edad preescolar (3 a 5 años), los niños emplean sus energías en actividades físicas, por lo tanto su gasto energético aumentará considerablemente. Desde el punto de vista del desarrollo psicomotor, el niño ha alcanzado un nivel que le permite una correcta manipulación de los utensilios empleados durante las comidas, siendo capaz de usarlos para llevar los alimentos a la boca.

Una de las características específicas de esa edad es el rechazo a los alimentos nuevos, por el temor a lo desconocido. Se trata de una parte normal del proceso madurativo en el aprendizaje de la alimentación, lo que no debe ser traducido por la falta de apetito.

El niño preescolar puede reconocer y elegir los alimentos al igual que el adulto. Normalmente, el niño tiende a comer lo que ve comer a sus padres y a las personas que le acompañan. Ellos observan e imitan, también en la alimentación. En la escuela, ese proceso se ampliará y el niño adquirirá hábitos nuevos debido a las influencias externas.

La nutrición de niños preescolares, debe ser completa y equilibrada, debe contener alimentos con cada uno de los principios nutritivos esenciales para asegurar un buen crecimiento.

Grupo de Proteínas: Lácteos, carnes, huevo.

Grupo de Hidratos de Carbono: Vegetales, frutas, cereales preferentemente integrales, legumbres.

Grupo de grasas: Aceite de uva, girasol, oliva, maíz, mantequilla o margarina.

A estos grupos debe sumarse el consumo de zumos de frutas recién exprimidos y agua. Alimentos de cada uno de estos grupos de nutrientes deben estar presentes en la dieta diaria de un niño en edad preescolar.

SUGERENCIAS DE LUNCH

Opción uno: avena, un paquete de galletas.

Opción dos: yogur, una porción de cereal y fruta (preferiblemente entera).

Opción tres: leche o jugo, sándwich de queso o pollo y fruta. Aquí puede incluir un caramelo o una chocolatina.

Opción cuatro: jugo o alguna bebida en leche, galletas integrales o de fibra y una fruta.

Opción cinco: gelatina o pudín, fruta y un paquete de galletas.

lunes, 4 de abril de 2011

El período de adaptación en Pre-escolar



Este es un proceso de mutuo aprendizaje y que implica una experiencia de socialización para el niño, ya que en el jardín de infantes realiza su primer contacto con personas diferentes a su entorno familiar. Por esto es normal que un niño llore el primer día de clases, especialmente si es la primera vez que asiste al jardín. Al separarse de su madre experimenta un sentimiento de abandono y de angustia, por lo cual se plantea como necesidad temporal realizar actividades con el acompañamiento de los padres.

El periodo de adaptación puede depender de la edad, pero sobretodo de las características particulares de cada niño. Por lo general, este periodo se da durante el primer mes, mientras que vamos conociendo a los niños y ellos van conociendo a las maestras, así como van aceptando la rutina escolar.

Por ese motivo, inicialmente los horarios son más cortos y las actividades son más lúdicas, se busca que el niño se sienta feliz con lo que hace, que conozca los ambientes de la escuela, que socialice con sus compañeros y crezca el vínculo con sus maestras. Más adelante, las horas se irán incrementando así como las actividades, hasta cumplir con el horario a cabalidad.

Es importante que los padres vivan este proceso con su niño y confíen en las maestras y en la institución que han escogido; con paciencia y seguridad alcanzaremos los objetivos propuestos y recordaremos esta experiencia con alegría.