lunes, 15 de octubre de 2012

Reto educativo: la velocidad visual


En estos tiempos estamos bombardeados por imágenes en la televisión y juegos de videos.  En casi todos los hogares hay un instrumento tecnológico por la cual nos enteramos de lo que ocurre en nuestro país como fuera de él. Los jóvenes están expuestos a estas imágenes a diario. 

Estas imágenes llevan con ellas mensajes escondidos que se proyectan a grandes velocidades dejando al joven en un estado “estatizante”, inmovilizado, casi paralizado e impresionado. No hay tiempo para interpretaciones pues cada treinta segundos cambian las imágenes entre segmentos de quince minutos de los programas de televisión. ¿Quién ayuda a descifrar tales imágenes? Esta es la pregunta que yo me hice cuando mi hija tenía seis años. Resulta que pasaban una propaganda de desodorante donde la imagen era una joven con los brazos entrelazados al cuello de un joven quien tenía sus manos en los glúteos de la joven bailando un bolero en una discoteca. 

Una tarde viendo la televisión con mi hija. Ella me pregunta: “Mamita, cuando yo sea grande y baile en la discoteca con mi enamorado él  ¿me va a poner las manos en los pompis?” Mi hija no captó el mensaje del desodorante ultra seco que permite a la joven entrelazar sus brazos al cuello, el mensaje que ella recibió fue otro. Y así, puede haber múltiples mensajes escondidos y mal interpretados por miles de televidentes que aún no tienen criterios formados. Sin considerar, además, que estos jóvenes televidentes tengan a alguien que puedan interpretar dichos mensajes. Hay que tomar en cuenta que una propaganda dura aproximadamente treinta segundos. 

¿Qué sucede con  los famosos videos musicales que duran entre tres y siete minutos? ¿Y las películas? ¿A cuánta información visual estamos expuestos durante el día y la noche? ¿De que manera nos vamos a dominar o controlar la velocidad visual con nuestros hijos? ¿Cuándo vamos a monitorear y conversar acerca de estos temas con nuestros hijos?