viernes, 28 de agosto de 2015

Los hábitos de higiene


Los niños y niñas deben aprender desde pequeños los hábitos básicos de higiene, pues además de evitar el contagio de enfermedades, los mismos ayudan a los niños en su proceso de inserción social entre sus pares.

¿Cuándo comenzar a enseñarles?
Muchas veces los adultos pensamos que los niños pequeños no entienden muchas cosas que les decimos, pues como no se expresan mucho, nosotros nos encargamos de dejar para más adelante las enseñanzas de ciertos hábitos, “porque no entienden todavía”.
Pero es todo lo contrario; los pequeños entienden mucho más de lo que pueden expresar con palabras, por lo cual hay que introducirlo en los hábitos de higiene lo más pronto posible.

En los niños pequeños las rutinas diarias como cambiarle el pañal, limpiarlo al comer, lavarle sus manitas y cara, o bañarlo, les hace aprender que son hábitos indispensables.

¿Cuándo enseñar estos hábitos?
Lo ideal es comenzar lo más temprano posible. Se puede colocar un banquito frente al lavabo para que el niño pueda subirse en él y asearse las manos, cara, cepillarse los dientes y sentirse más alto, también será divertido.

También se puede colocar un espejo a la altura del pequeño para que pueda peinarse.

Hay que acostumbrar a los pequeños a lavarse las manos al regresar de la calle, después de ir al baño, antes de comer y antes de ir a dormir.

También acostumbrarlos a cepillarse los dientes y usar el hilo dental luego de las comidas y antes de dormir. El cepillado de dientes es algo que debe ser supervisado hasta que el niño pueda hacerlo bien solito.
Lo ideal es que las instrucciones que reciban los niños sean lo más simples posible. Y como ya dijimos, el ejemplo es la mejor manera de enseñar, todos en casa deben seguir los mismos hábitos de higiene y limpieza.

viernes, 31 de julio de 2015

La alimentación ideal para los niños, consejos para que coman de todo



 
Entrevista a la nutricionista Lucía Bultó 

La nutricionista Lucía Bultó, autora del libro Los consejos de Nutrinanny, las soluciones que funcionan para la alimentación del los niños, nos ofrece en esta entrevista los mejores consejos para elaborar una alimentación ideal para los niños.

¿Cuál es la alimentación ideal para los niños? ¿Cuáles son los objetivos de una buena alimentación infantil?
La buena alimentación  para los niños es aquella que es variada, suficiente y equilibrada. El objetivo de una buena alimentación infantil es que el niño coma bien para que su crecimiento sea completo y adecuado. Debemos darle el material que necesita para llegar a la talla y al peso correspondiente a su edad de una manera saludable.
¿Cómo podemos conseguir que los niños coman de todo y en la cantidad adecuada?
El niño es un aprendiz y tenemos que enseñarle igual que se le enseña matemáticas o geografía. Al niño hay que enseñarle a comer y tiene que haber un punto de autoridad en ese aprendizaje, a través de los padres, el colegio, los abuelos… El niño tiene que comer de todo en cantidad no muy grande, ya que a veces pecamos de querer que el niño coma demasiado. Tiene que comer dependiendo de su edad, de su tamaño y también de su apetito, porque su apetito es un síntoma de las necesidades del niño.
¿Cómo debe ser el cambio de la alimentación triturada a la solida en el bebé?
Como cualquier cambio tiene que ser paulatino. La clave está en mantener el sabor a fruta y a verdura a lo largo de esta transición. Iremos cambiando la textura, pasando de una textura liquida mucho más fácil deglutir y tragar, a una textura con un poquito más de grano, más grande. Y el niño tiene que ser capaz de pinchar, de ver colores diferentes, probar otras texturas… Los niños tienen que ir hacia la alimentación solida, pero no de un día para otro ni de un mes para otro, necesitamos un tiempo para que el niño sea capaz de admitir ese sabor en textura triturada y en solido, en trocitos.
¿Los niños comen carne en exceso? ¿Cuáles son las consecuencias del exceso de proteínas?
Las proteínas son unos nutrientes supervalorados erróneamente. La mayoría de la gente piensa que el nutriente principal son las proteínas, y eso es un error porque hay 6 nutrientes y los 6 son igual de importantes. Un exceso de proteínas, en el 99 por ciento de los casos, va unido a un exceso de grasa. En la carne hay proteínas, lo mismo que en el huevo, en el jamón.. pero también hay grasa y colesterol. Un exceso de proteínas, generalmente, va unido a un exceso de grasa, de colesterol y de grasas saturadas. Eso puede favorecer la obesidad y un exceso de grasas en la sangre. 
¿Qué ocurre cuando los niños toman demasiados hidratos de carbono?
Cuando los niños toman demasiado de algo, tienen un exceso y éste siempre se convierte en grasa, porque el cuerpo no elimina todo lo que le sobra. No es como el agua, que bebo mucha y voy más al cuarto de baño. Con el tema de los nutrientes calóricos no es así, el cuerpo en previsión de momentos de carestía, cuando no encuentra sustrato energético para mantener la vida, tiene una gran predisposición a reservar. Un exceso de hidratos de carbono o de proteínas, el cuerpo lo reserva en forma de grasa, favoreciendo la obesidad.
¿Cuál es la cantidad equilibrada de hidratos de carbono, grasas, proteínas y vitaminas que deben de tomar los niños?
Hay unas cantidades establecidas por las autoridades sanitarias de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Constituyen una guía para tener un punto de partida: la mitad de las calorías, es decir, el 50 por ciento deberían venir de los hidratos de carbono, entre un 12 y 15 por ciento en forma de proteínas y entre un 25-35 por ciento en forma de grasa. En cada caso, será el pediatra y el nutricionista quienes afinarán los porcentajes.
¿Qué debemos poner en el plato de los niños?
En principio, debemos llenar la mitad del plato con alimentos ricos en hidratos de carbono: pan, pasta, patata, arroz. Un 12-15 por ciento debe estar reservado a los alimentos proteicos: carnes, pescados, huevos, jamón, legumbres, lentejas, judías y garbanzos. Y el resto correspondería a la grasa, que ya va unida con la carne (la grasa de la carne), el aceite con el que condimentamos o preparamos el plato olos frutos secos que son muy ricos en grasa.