Los adultos consideramos algunas
veces que no tiene nada de malo que los hijos, sobrinos o nietos duerman con
nosotros, sin embargo esto podría detonar en un problema que puede afectar el desarrollo infantil,
al interferir en el aprendizaje de la autonomía y favorecer la aparición de
trastornos del sueño.El niño debe dormir en su habitación a partir del cuarto o quinto mes de
vida.
La neurofisióloga Rosa Peraita, responsable de la unidad del estudio del
sueño del hospital Gregorio Marañón de Madrid indica: “el sueño es un periodo
de gran actividad de la corteza cerebral y durante su transcurso se segregan
hormonas como la del crecimiento, el cortisol o la melatonina. Un sueño
adecuado en cantidad y calidad es fundamental para un desarrollo sano en los
niños. Entre otros trastornos, las alteraciones del sueño podrían comprometer
la segregación de la hormona del crecimiento y condicionar la talla”.
"El niño debe tener su propio espacio vital también para dormir y
descansar. Necesita ciertas condiciones de aislamiento, lumínicas, térmicas y
acústicas que le ayuden a conciliar el sueño. Todo lo que sea perturbar su
sueño, como los ronquidos o los contactos por movimientos al compartir la cama,
puede favorecer con el tiempo la aparición de trastornos, sobre todo insomnio.
Incluso la costumbre de que el niño duerma con los mayores puede propiciar la
práctica de abusos sexuales a los menores", afirma Peraita.
Decálogo para
la buena higiene del sueño infantil
- 1. El sueño es un hábito que requiere un aprendizaje y el respeto de un
horario, así como unas condiciones favorables de temperatura, silencio y luz.
- 2. A partir del cuarto o quinto mes de vida, el bebé siempre que sea
posible, debe salir de la habitación de sus padres.
- 3. Desde que es muy pequeño es importante enseñar al niño a dormirse
solo, no en brazos ni en el sofá o en la cama de los padres. Se le puede ayudar
con la lectura de un cuento y dejándole una luz tenue.
- 4. No es conveniente acostarse en la cama del niño hasta que se duerma.
Con esta actitud se merma el desarrollo de su autonomía. Los fines de semana se
le puede permitir que vaya un ratito por la mañana a la cama de los padres.
- 5. Es importante respetar un ritual al acostarse e inculcarle que hay que
ir a dormir porque todos necesitamos descansar.
- 6. Si el niño se despierta a medianoche asustado e inquieto, es necesario
tranquilizarle, mimarle un poquito, pero sin dar demasiadas explicaciones y
mostrando firmeza para que continúe durmiendo solo.
- 7. No es recomendable permitir que a media noche se vaya a la cama de los
padres, abuelos, hermanos u otros.
- 8. Es importante enseñarle a no molestar a los demás cuando él madruga
demasiado. Conviene no ponerle la televisión y ayudarle con suavidad y firmeza
a volverse a dormir.
- 9. No hay que premiar al niño por dormir bien, sino enseñarle que eso es
lo normal. Es aconsejable reducir el exceso de gratificaciones a los que se
acostumbra ahora a los niños cuando cumplen con su deber.
- 10.El padre y la madre tienen que compartir los mismos criterios y la
misma autoridad ante la hora de ir a acostarse y respetar las normas del sueño.
totalmente de acuerdo con el artículo, se lo voy a dar a mi esposo para que lo recuerde siempre.
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