martes, 31 de julio de 2012

TELEVISIÓN Y VIOLENCIA: Su impacto sobre niños y adolescente

Muchos niños pasan un promedio de 3-4 horas diarias viendo televisión. La televisión puede ser una influencia muy poderosa en el desarrollo del sistema de valores, en la formación del carácter y en la conducta. Lamentablemente muchos de los programas de televisión contienen un alto grado de violencia. 
Los psiquiatras de niños y adolescentes que han estudiado los efectos de la violencia en la televisión han encontrado que éstos pueden:   
  • Imitar la violencia que observan en la televisión,
  • Identificarse con ciertos tipos, caracteres, víctimas y/o victimarios
  • Tornarse ¨inmunes¨ al horror de la violencia; y
  • Gradualmente aceptar la violencia como manera de resolver problemas.
De manera que la exposición extensa a programas de televisión que contengan violencia causa mayor agresividad en los niños. En ocasiones, el ver tan sólo un programa violento puede aumentar la agresividad. Los niños que ven espectáculos en los que la violencia es presentada de forma muy realista, repetida, o sin ser castigada, tienen mayor probabilidad de imitar lo que ven. El impacto de la violencia en la televisión puede reflejarse en la conducta del niño inmediatamente o manifestarse más tarde en su desarrollo. Las jóvenes pueden afectarse aun cuando en la atmósfera familiar no haya tendencia hacia la violencia. Esto no quiere decir que la violencia que se ve en la televisión es la única causa de conducta violenta o agresiva, pero no hay duda de que es un factor significativo.

Los padres pueden proteger a los niños del exceso de violencia en la televisión:
  • Prestando mayor atención a los programas que ven los niños.
  • Estableciendo límites en el tiempo que pasan viendo televisión.
  • Evitando que vean aquellos programas conocidos como violentos. Deben cambiar el canal, o apagar el televisor cuando aparecen escenas ofensivas, y explicarle al niño aquello que consideran malo o inadecuado del programa.
  • Señalar al niño que aunque el actor no se lastimó, hirió o murió durante el programa, la violencia puede producir dolor o muerte si sucede en la vida real.
  • Desaprobando los episodios violentos que suceden frente a los niños, enfatizando el hecho de que esa no es la mejor forma de resolver un problema.
Para contrarrestar la presión que ejercen los pares, compañeros y amigos, debe comunicarse con otros padres para poner en vigor reglas similares sobre el tiempo y tipo de programa que deben ver los niños.
Los padres deben utilizar estas medidas para prevenir los efectos dañinos que la televisión puede tener en otras áreas como el estereotipo racial o sexual. Aparte del contenido del programa de televisión el tiempo que los niños dedican a esta actividad debe limitarse ya que los saca de actividades más provechosas como lo son el jugar con sus amigos, la interacción familiar, el estudio y la lectura. Si los padres tienen dificultades serias estableciendo controles y límites o preocupación genuina en cuanto a la reacción del niño a la televisión, deben consultar a un Psicólogo de niños y adolescentes para que les ayude con el problema.

lunes, 16 de julio de 2012

Los superhéroes, mala influencia para los niños


Los superhéroes de hoy en día transmiten un estereotipo masculino poco adecuado para los niños, como es el del 'macho', dando palizas a villanos, lo que no resulta la mejor imagen para la formación de la personalidad de los chicos, según dos estudios diferentes que se han presentado durante la Convención Anual de la Asociación Americana de Psicología que se celebra en San Diego.

La psicóloga de la Universidad de Massachussets Boston, Sharon Lamb, ha realizado el primero de ellos en el que ha analizado los valores que transmiten los superhéroes actuales en comparación con los clásicos del cómico. Esta experta ha afirmado que "los superhéroes de hoy y los del pasado son muy diferentes". Así, ha explicado que el actual "es demasiado parecido a un héroe de acción que utiliza la violencia sin parar, es agresivo, sarcástico y rara vez habla de la virtud de hacer el bien para la humanidad". Los héroes del cómic tradicionales luchaban contra el crimen, ha explicado, "los niños los podían admirar y aprender de ellos, eran personas reales con problemas de verdad y muchas vulnerabilidades". 

Lamb ha estudiado la influencia de estos superhéroes a través de los medios de comunicación y el márketing mediante entrevistas a 674 chicos de entre 4 y 18 años y a vendedores de cómics. Junto con su equipo, ha determinado que los departamentos de márketing se aprovechan de la ventaja de que los chicos se encuentran en la edad de forjar su identidad en la adolescencia y les transmiten una versión restringida de la masculinidad. Un superhéroe, siempre puede ser un holgazán, pero desde luego no les gusta la escuela y eluden las responsabilidades. La experta ha advertido que "estos mensajes pueden estar afectando al esfuerzo de los chicos en el colegio".

 Lamb ha explicado que "enseñar a los niños desde el principio a distanciarse de estas imágenes y animándolos a encontrar las mentiras en los mensajes puede ser una forma de salvar este problema". Santos ha afirmado que "ayudar a los chicos a no dejarse llevar por estos comportamientos desde pequeños, puede significar un incremento importante en su salud y en la calidad de sus relaciones sociales".