Los comportamientos de los niños pequeños son motivo de preocupación y de aprendizaje para los padres, uno de los comportamientos que más preocupa en la convivencia educativa a los padres y maestros desde la infancia son las mordidas de los niños y niñas.
Los teóricos del desarrollo sugieren que el morder en los niños entre los 12 y los 36 meses se produce por:
1.-Problemas de dentición.
2.-Una forma de exploración, los bebés usan la boca para explorar porque es una de las partes más desarrolladas de su cuerpo.
3.-También podría ser una forma de comunicarse al no tener aún dominio de su lenguaje oral para comunicar la frustración mientras aprenden habilidades sociales, lingüísticas y de autodominio, al no disponer del lenguaje necesario para controlar una situación, o cuando sus intentos de comunicarse no se entienden o no se respetan.
4.-El morder llega a ser un modo poderoso de comunicarse y controlar a otros y al ambiente.
5.-Resultado propio de su impulso y carencia de autodominio.
6.-Otros muerden porque están emocionados o porque encuentran en ello un medio para demostrar su autonomía, siendo en algunos casos una manera rápida de obtener un juguete o llamar la atención.
7.-Una acción producto de un evento que les causa estrés, una falta de rutina que les agita o una falta de interacción adecuada con los adultos que él conoce y ama, en casos de extrema frustración o enojo.
¿Qué hacer cuando muerden?
Garcia, Greeman y Stonehouse, sugieren:
1.-Permitir que los niños que muerden ayuden en el proceso de primeros auxilios al niño al que mordieron, comunicándoles de manera sincera y adecuada para su edad el dolor que esto causa.
2.-Se puede motivar a los niños que muerden a desarrollar y utilizar sus habilidades de comunicación expresiva usando palabras en vez de morder, se debe estimular al uso del lenguaje.
3.-Mantener las rutinas constantes, desarrollando y manteniendo los rituales en el hogar y el Jardín.
4.-Mantener y usar maneras eficaces de tranquilizar a los niños, música tranquilizadora tanto en el hogar como en el Jardín.
5.-Involucrar a los padres del niño que muerde a brindar contacto físico relajado y afectuoso, apoyando desde el hogar con la corrección a esta acción de manera permanente.
La clave para el manejo exitoso del morder es la comprensión tanto para los niños como para los adultos, es importante conocer y poder reconocer que el morder es un proceso en esta edad normal y natural, que con un trabajo de equipo amoroso, paciente, cálido y constante podrá ser superado.
"Recordemos que educar es un acto de paciencia y amor"